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martes, febrero 03, 2015

7 razones principales porque los creyentes no están creciendo espiritualmente.

Por el pastor Tommy Moya
La finalidad de la obra del Padre por medio de su Espíritu en la vida de sus hijos es transformarnos a la imagen de su Hijo.
Romanos 8:29
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
La madurez espiritual solo puede ser entendida y medida a la luz del carácter y fruto de la vida de Cristo en nosotros, no en el activismo religioso o años en una congregación.
Efesios 4:13-16
 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
En este artículo te comparto varias razones del porque muchos creyentes están estancados en su crecimiento espiritual en la congregación a la cual pertenecen.
  1. Están más preocupados por la actividad que por el crecimiento.
Estar haciendo muchas cosas en una congregación local o ministerio no es equivalente a crecimiento espiritual. El activismo es uno de los mayores obstáculos en la formación de una vida espiritual sana y fructífera. En el Reino mucho no necesariamente es más.
  1. No se ha definido el rol de la iglesia.
De una manera consiente o inconsciente el mensaje que se envía es que la congregación local es la fuente principal de su crecimiento y experiencia. Como resultado, aun cuando las personas maduran en sus creencias y abrazan disciplinas correctas para vivir su vida en Cristo, su expectación es que será la iglesia la que saciara su hambre espiritual no su propia iniciativa.
  1. Están más enfocados en reunirse que en servir.
La realidad es que es muy fácil hacer de una estrategia un ídolo, especialmente si en algún momento funciono. Reunirse en células, grupos familiares – cualquiera que sea el nombre que usted le ponga nunca será un substituto para el crecimiento espiritual que ofrecen las oportunidades de servicio. Grupos pequeños bien organizados no son un substituto para servirle a otros en el nombre de Cristo.
  1. Se ha creado una dependencia del líder.
Cuando el liderazgo asume que la madurez espiritual de las personas que el Señor le ha confiado a su cuidado le pertenece a ellos – crea una codependencia enfermiza en las personas hacia ellos.
  1. Se cree que los grupos pequeños son la solución para la formación espiritual.
No hay evidencia que aun teniendo 100% de la congregación en un grupo pequeño es una estrategia efectiva para la formación espiritual.
  1. El enfoque es mas en lo que las personas hacen que en lo que se deben convertir.
Lamentablemente muchas congregaciones hacen que la meta sea más difícil – “ser conformados a la imagen de Cristo” – con una cantidad de actividades que es imposible cumplir.
Por ejemplo, se motiva a las personas que asistan a todos los servicios de la semana, que se reúnan en grupos pequeños, (que usualmente tienen tareas que hacer en la casa), que sirvan en un ministerio de la iglesia lo más frecuente posible, ayudar a los necesitados, invitar a sus amigos, compañeros de trabajo, familiares, estar presentes en los eventos especiales, grupos de apoyo, etc., (yo mismo me canse escribiéndoloJ).
Cuando en la iglesia se promueve toda esta clase de actividad incesantemente y promueve todas las cosas que las personas deben estar haciendo, es muy fácil perder el enfoque en la verdadera meta – que debe ser en quien nos estamos convirtiendo.
  1. Las personas no están rindiendo su vida a Cristo.
La madurez espiritual no se mide o es determinada por la cantidad de actividades en la cual una persona puede estar participando. Es determinada por el crecimiento de una comunión vital con Cristo.
Así que la meta no es que las personas estén sobre ocupadas en una cantidad de actividades ministeriales, sino que sean conformados a la imagen del Hijo, rindiendo sus vidas al eterno propósito y permitiendo que Cristo sea formado en ellos y manifestado a través de su vida.

¿Cuál piensas tu que son otros obstáculos en la formación y crecimiento espiritual?
Solo Para Pastores:
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