En medio de la imponente selva amazónica del Perú, un grupo de médicos misioneros cristianos ha llevado más que medicamentos: han compartido esperanza, fe y compasión con comunidades indígenas que tienen un acceso muy limitado a servicios médicos.
Durante una intensa misión de 10 días, más de 40 voluntarios ofrecieron más de 800 atenciones médicas y odontológicas, junto con apoyo espiritual y proyectos comunitarios.
Equipados con suministros y guiados por su fe, recorrieron ríos y caminos selváticos para servir a los más necesitados. Esta labor solidaria, que une salud, fe y respeto cultural, es un poderoso testimonio de amor en acción.
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