El pastor William Schonemann, de 76 años, líder por más de 30 años de la iglesia New River Bible Chapel en Arizona, fue hallado muerto en su cama el pasado abril, con las manos clavadas a la pared en lo que las autoridades describieron como un homicidio con signos evidentes de violencia. Esta semana, la Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa informó que un sospechoso ha sido identificado, aunque su nombre no ha sido revelado.
El individuo está actualmente bajo custodia de otra agencia por un cargo no relacionado. La noticia ha causado profunda conmoción en la comunidad que lo consideraba un hombre de fe, compasivo y entregado al servicio. Amigos y feligreses lo recuerdan como un pastor cercano y solidario, especialmente tras la muerte de su esposa en 2022.
Su hijo, Randall, expresó alivio ante el avance en la investigación, aunque reconoció que quizás nunca comprendan por qué alguien cometió un acto tan atroz. Mientras tanto, la iglesia continúa lidiando con la pérdida de su guía espiritual, aferrándose a la esperanza de que pronto se haga justicia.
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