Dame tus palabras es un CLAMOR que nace en un momento intimo buscando a Dios y buscando una respuesta, un clamor desesperado... “quien soy y a donde debo ir “ era un tiempo en donde no encontraba propósitos, “tu me conoces y sabes quien soy y donde debo ir, solo necesito tus palabras, tus palabras son las que fluyen como ríos y marcan una dirección” estas fueron las primeras palabras en la oración que me llevaron a tener una dependencia de Dios.
Dios contestas a mi corazón solo con un sentir, “ANDA A LA FUENTE” frente a mi estaba la biblia, sus palabras, en se momento entendí que su palabra es la lampara a mis pies, y la lumbrera en mi camino, escuchar su voz marcaría la dirección de todo lo que tendría que hacer, por mucho tiempo tuve buenas intenciones pero con una carencia de proposito.
Se que al igual que yo, hay muchos sirviendo en sus iglesias, y quizás algunos esperan años una respuesta de algún ministerio, que algún profeta de algún país venga y les diga o muestre que es lo que tienen que hacer, y la verdad es que en ese esperar podrían pasar años. La respuesta es simple, su palabra, ir a la fuente, no dejar la responsabilidad de tu proposito a otros, dejar de copiar diseños extranjeros por que se ven mas atractivos para ganar almas, y buscar a Dios para que el muestre un modelo diferente según el contexto en el que te encuentras. Llegue a la conclusión por medio de Dios, que el nos usara descuerdo a nuestro contexto, descuerdo a lo que nuestro contexto necesite, que el te hará crecer en el lugar donde estas, por que primero desea afectar a tu casa, luego a tu país, luego al mundo entero, y que por mas que tengas buenas intenciones de hacer algo, con buenas intenciones no lograras mucho, sino con ir a la fuente que es cristo y el diga que hacer, donde ir y con quien hablar. Los mayores errores en la iglesia y los que hemos leído en la biblia, son por una buena intención, pero con una carencia de proposito en el contexto que vivo y en mi vida.
Es por eso que hoy te hago un llamado, a que busque sus palabras, que busques en la fuente que es Cristo, y permitas que su Espíritu guíe tu camino.
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