La Iglesia Gateway en Southlake, Texas, instaló oficialmente a Daniel Floyd como su nuevo pastor principal, marcando una nueva etapa para la congregación después de la renuncia del fundador Robert Morris, acusado de abuso sexual infantil.
En un evento con más de 4,000 asistentes, Floyd destacó que es tiempo de "pasar página" y comenzar un nuevo capítulo, sin borrar la historia previa de la iglesia.
Junto a su esposa Tammie, Floyd fundó Lifepoint Church en Virginia en 2005 y ahora asume el reto de liderar una de las megaiglesias más influyentes de Estados Unidos.
La transición llega en medio de un clima complejo: Gateway enfrenta una caída significativa en los diezmos, recortes de personal y demandas colectivas por presunta malversación de fondos.
Además, la iglesia busca distanciarse de Morris, quien enfrenta cargos en Oklahoma y una demanda por difamación junto a la congregación.
A pesar de la crisis, líderes y miembros expresan esperanza en un proceso de restauración espiritual y administrativa, confiando en que el nuevo liderazgo marque un camino de renovación para la comunidad de fe.
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