Ashur Sarnaya, un cristiano asirio de Irak refugiado en Francia, fue asesinado brutalmente en Lyon la noche del 10 de septiembre, mientras realizaba una transmisión en vivo por TikTok en la que compartía su fe. Tenía 45 años, era discapacitado y utilizaba silla de ruedas.
Según informó el diario Le Progrès, Sarnaya regresaba a su edificio de apartamentos cuando un hombre lo atacó con un cuchillo en el cuello. Los servicios de emergencia llegaron rápidamente, pero no lograron reanimarlo.
Testigos relataron que el ataque fue visto en directo por seguidores que lo acompañaban en la transmisión.
Sarnaya había huido de Irak en 2014, escapando del avance del Estado Islámico, y desde entonces vivía en Lyon junto a su hermana.
Era conocido en redes sociales por sus transmisiones nocturnas, donde hablaba abiertamente de su cristianismo y compartía mensajes de fe en árabe. También denunciaba haber recibido bloqueos en sus cuentas y ataques previos de parte de musulmanes.
Vecinos y miembros de la comunidad lo describen como “una persona amable, discreta, profundamente creyente”. Su hermana declaró a medios franceses: “Él solo hablaba de Dios, no tenía enemigos ni problemas con nadie”.
El crimen ha conmocionado a las comunidades cristianas locales, que lo consideran un mártir moderno. La Fiscalía de Lyon abrió una investigación confiada a la División de Delincuencia Organizada y Especializada, sin descartar por ahora ninguna hipótesis: criminal, política, religiosa o vinculada a drogas.
Mientras tanto, líderes asirios en Francia piden claridad y justicia, y recuerdan a Sarnaya como un hombre que, hasta su último momento, se mantuvo fiel a su fe.
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