Un interno cristiano, desde la cárcel de La Victoria, en República Dominicana, levanta su voz en gratitud a Dios mientras recibe una comida enviada para él y sus compañeros.
Entre gratitud y palabras de fe, recuerda que aunque muchos se olviden, Dios nunca abandona.
Con humildad y alegría reparte los alimentos, mostrando que aún tras las rejas se puede compartir esperanza, bendición y el mensaje de Cristo.
El vídeo fue compartido por la cuenta de TikTok: Ministerio el Oído de Dios
No hay comentarios
Publicar un comentario