Una comunidad de fe en el sur de Bolívar, Colombia ha sido sacudida por un acto de violencia incomprensible. Una iglesia cristiana fue alcanzada por un ataque con explosivos lanzados desde un dron en la zona rural del municipio de Montecristo.
Este lamentable hecho dejó a dos niños de 9 y 10 años, y a un adulto de 23 años, con heridas graves, quienes fueron trasladados de urgencia a centros médicos en Bucaramanga debido a la gravedad de sus heridas.
El ataque ocurrió en medio de enfrentamientos entre grupos armados ilegales, afectando directamente a la comunidad civil y a la congregación cristiana que vive bajo constante temor y violencia.
Este lamentable suceso es un crudo recordatorio de la difícil realidad que viven miles de creyentes en zonas de conflicto de Colombia. Donde debería escucharse alabanza y oración, ahora resuena el estruendo de la guerra. Donde los niños deberían sentirse seguros en la casa de Dios, ahora son víctimas de la cobardía y la barbarie.
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