Más de 260 cristianos desplazados por cárteles en México: reciben apoyo para sanar traumas

Cárteles expulsan a familias cristianas de Chiapas: la fe se mantiene firme en medio del sufrimiento.

Más de 260 cristianos indígenas de Chiapas, México, fueron expulsados de sus hogares tras un violento ataque perpetrado por un cártel. Se vieron obligados a huir sin llevar consigo pertenencias, quedando dispersos y viviendo en condiciones precarias, sin acceso a alimentos, atención médica ni saneamiento.

“Extraño mi casa. En la comunidad teníamos trabajo, nuestras cosechas, nuestro café, nuestro maíz. Ahora pasamos el día simplemente esperando”, compartió Dalia*, una de las cristianas desplazadas.

La violencia no solo dejó pérdidas materiales, también heridas profundas en el corazón. El miedo constante, el insomnio y la ansiedad se convirtieron en parte de la vida diaria de estas familias. Frente a esta realidad, Puertas Abiertas puso en marcha un proyecto de apoyo psicológico para ayudar a los desplazados a sanar emocionalmente.

Clara*, terapeuta asociada, explicó: “Lo primero que vi fue un grupo de personas con dolores de cabeza, insomnio y taquicardia. Además del hambre y la falta de vivienda, sufrieron un trauma debido a la persecución”. A través de espacios seguros de escucha y acompañamiento individual, poco a poco han comenzado a verse señales de recuperación.

“Cuando veo gente comiendo, durmiendo bien y sonriendo de nuevo, veo la acción de Dios. A pesar de todo lo que aún falta, la fuerza de estas personas es impresionante. La fe en Dios es la base de todo”, añadió Clara.

Pablo*, otro cristiano desplazado, aseguró: “La ayuda que recibimos nos hace darnos cuenta de que no estamos solos. Confiamos en que Dios está con nosotros”.

En medio de la adversidad, estas familias encuentran consuelo en su fe y en el apoyo de la comunidad cristiana, demostrando que incluso en tiempos oscuros, Dios sigue obrando para restaurar vidas.

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