La cantante de música sacra Nimsy López continúa su batalla por la salud, ya que lleva cuatro días hospitalizada en el Centro Médico de Río Piedras tras sufrir un fuerte quebranto.
Su esposo, el evangelista Micky Mulero, se mantiene a su lado como un pilar de fe y fortaleza, compartiendo cada paso de este difícil proceso con su comunidad.
A través de un video en sus redes sociales, Mulero envió un poderoso mensaje de esperanza: “Un día más por estos pasillos, creyendo que es día de milagros. ¿Alguna persona dice ‘amén’? ¡Vamos, vamos, diga ‘amén’! ¡Hoy es el día!”.
Sus palabras reflejan una fe inquebrantable ante la incertidumbre, ya que, según explicó, aún no hay un diagnóstico definitivo para la artista.
El cuadro médico de López comenzó con un dolor intenso en el brazo izquierdo, que luego se extendió al hombro y cuello.
La situación se complicó el pasado sábado, cuando perdió temporalmente la visión en su ojo izquierdo. A pesar de los estudios realizados, los médicos continúan evaluando su condición.
“No se explican qué está pasando”, afirmó Mulero, quien también detalló que la intérprete está alerta, aunque en ocasiones sedada para poder descansar.
En medio de esta prueba, la pareja —que por más de 15 años ha compartido ministerio y vida— demuestra que el matrimonio es también un pacto de cuidado incondicional.
Mulero no solo ha agradecido las oraciones, mensajes y muestras de apoyo del público, sino que ha confirmado que el evento “Parada y Concierto Navideño 2025”, previsto para el 20 de diciembre en el Capitolio, sigue en pie.
“Sin detenernos. Vamos pueblo, actívate. Será una invasión de amor, alegría y mucha ministración”, expresó el ministro, invitando a la comunidad a unirse en fe y celebración.
Micky Mulero y Nimsy López enfrentan este reto con la convicción de que, juntos y con el apoyo de su fe y su gente, vencerán.
“Pronto todo esto pasará. ¡Venceremos! ¡Dios lo hará otra vez!”, fueron las palabras con las que el evangelista cerró una de sus actualizaciones, recordándole al mundo que incluso en los pasillos de un hospital, la esperanza tiene la última palabra.
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