1.- Crea una contraseña segura
Esta
medida es imprescindible si quieres que otras personas no accedan a tus datos.
La mejor opción es olvidarte de fechas de cumpleaños o contraseñas que uses en
otros dispositivos procediendo a crear una propia para el dispositivo. Puede
ser una que incluya, por ejemplo, una combinación numérica en la que jamás se
repitan los números o una password que ofrezca una buena mezcla de letras,
números, mayúsculas y símbolos especiales.
2.- Activa un bloqueo especial para niños
Si tienes hijos
entonces sabrás que están dotados de una capacidad única de manejo de la
tecnología que en ocasiones los hace “peligrosos”. Por ello, debes configurar
tu celular, con ayuda de herramientas especializadas, para que los niños
accedan a ciertos contenidos (juegos, vídeos, música) y tengan vetado el acceso
al correo o a los mensajes.
3.- Actualízalo periódicamente
Si cada vez que tienes
un aviso de actualización del software te tomas unos minutos para descargar e instalar dicha
actualización, verás como su rendimiento se multiplicará por dos.
4.- Utiliza sitios de buena reputación para la compra
La compra de celulares
siempre se debe realizar en tiendas y páginas de anuncios clasificados de buena reputación. Lo
anterior te ayudará a evitar posibles virus o sistemas defectuosos, por no
hablar del hecho de tener que cambiarlo, con suerte, a los dos meses.
5.- Protege el celular con fundas duras
Tanto si lo llevas en
el bolso como en el bolsillo tu celular puede sufrir pequeños golpes y
rayaduras que a la larga terminarán disminuyendo su rendimiento. Para evitarlo,
cúbrelo con una funda, que además de cumplir una importante función práctica es
un interesante complemento decorativo.
6.- Evita el contacto con el agua
Si bien existen varios
dispositivos electrónicos con
la capacidad de ser sumergibles, el agua y electricidad son dos
elementos que no se combinan bien y mucho menos cuando se habla de dispositivos
móviles. Si a pesar de todos los cuidados se te cae al agua, no desesperes.
Simplemente quítale la batería, la tarjeta sim y la memoria y déjalo que se
seque naturalmente o envuélvelo en pequeños sacos absorbentes. Aunque este
consejo no se adaptable a todos los teléfonos inteligentes del mercado (iPhone
por ejemplo), vale la pena intentarlo con aquellos que si sean capaces de
recibir un poquito de agua.
7.- Aléjalo de las fuentes de calor
Si el agua es
contraproducente, no lo es menos el calor. Evita dejarlo cerca de cualquier
otro dispositivo electrónico, como el ordenador portátil o la tableta, o de
fuentes de calor como los radiadores, que no harán otra cosa que disminuir en un corto periodo de tiempo
su rendimiento.
Como ves, no es
necesario utilizar grandes medidas de seguridad. Basta simplemente con tener un
poco de cuidado y atención con el hardware y software de
tu dispositivo para que sea posible disfrutarlo por mucho más tiempo.
M.R.
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