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sábado, noviembre 14, 2015

Menos De Mi (Reflexión)

Me preocupa como suelo perder el tiempo en mis cosas y al final siquiera puedo sacarles provecho a alguna, es como si hubiese pasado el día haciendo nada. Cierto es que cuando me ocupo de mi, de una manera egoísta; siempre salgo perdiendo. Me he dado cuenta que dejar a un lado a Dios, por sólo unos instantes de mis días lo vuelven todo un desastre, y a Él le toca acercarse, recogerme del piso y poner todo en orden.

"Hoy en día es comun decir a Dios: 'te amo' pero no tomar la cruz y seguir a Jesús." Fue una frase que leí hace unos días en Twitter, y es cierto que cada día vamos camino a llenarnos de ídolos de nosotros mismo,  y hacemos de nuestra relación con Dios  un amor muy superficial, en vez de  declarar nuestro amor con la manera de vivir.

El problema es que esperamos al domingo o al próximo servicio para pasar tiempo con Dios, para escucharle, para leer, como si no tuviéramos toda la semana para eso. Por eso solemos sentirnos que no vamos a ningún lugar con nuestra vida espiritual, no hace falta un lugar específico o un hora indicada para compartir con Dios, siempre lo tenemos a ahí.

Bien dijo una vez Joyce Meyer: "Las cosas que haces por Dios no remplaza tu tiempo con él."
Yo también me he sentido como un mal amigo para con él, pues he pasado todo el día en mis cosas, muchas veces creyendo que son las suyas, y cuando ya es tiempo de irme a la cama es que me acuerdo que siempre ha estado ahí, "callando de amor".

Entonces entendí que no hace falta esperar una semana o la hora de dormir para cantarle un poco o decirle cuán agradecido estoy con su cuidado, o leer y tratar de escucharlo, entendí que mi vida debe ser un culto a Dios. Cuando préstamos el tiempo que es debido para pasarlo con Él, todas las demás obligaciones caen en su lugar, haciendo de nuestra vida el culto agradable para Él.

Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. 
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. 
Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará.
Salmos 37:3-5 NTV
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