“Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica” -1 Corintios 10:23
Claro que si lo sueñas puedes lograrlo, claro que si te lo propones lo puedes lograr. La biblia dice en Proverbios 10:4 “Pobre es el que trabaja con mano negligente, más la mano de los diligentes enriquece.” Esta verdad se aplica tanto a cristianos como a no cristianos, el que se esfuerza por algo lo logra. Así que el hecho de que puedas “lograr algo” no lo hace bueno, no porque lo logres quiere decir que es lo mejor
Dios en su Palabra quiere hacernos entender algo mucho más importante, mucho más elevado: SI REALMENTE AMAS A DIOS DEBERÁS PONER LOS SUEÑOS DE ÉL POR ENCIMA DE LOS TUYOS.
Aun si decidieras seguir TUS sueños por encima de los de Dios puede que lo logres, que llegues a ser conocida por todo el mundo, puede ser que brilles, pero simplemente estarás acumulando cosas que al morir serán nada y no van a trascender a lo ETERNO, y el hijo de Dios siempre procura trascendencia eterna, nos motiva a no afanarnos por lo que puede obtenerse en el mundo, que al final es VANIDAD, es efímero, así como viene se va.
Pon a Dios por encima de tus sueños.
La causa de Cristo debe estar por encima de mí causa.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí. -Gálatas 2:20a
Yo soy muy soñadora, mí mente puede en segundos armar toda una idea completa, armo cada detalle, y me encanta hacerlo. Soñar es bueno, tener metas por las cuales luchar es importante para vivir con un sentido en la vida.
Pero quiero animarte a que el sentido de todo, al final lo encuentres en glorificar a Dios, en darle a conocer, en honrarle; y muchas veces tendrás que rendir tus sueños para que esto pueda ser una realidad en tu vida.
¡Vale la pena! He comprobado algo en mí vida…Es hermoso vivir haciendo la voluntad de Dios, vivir de acuerdo a Su perfecto plan. Nada, nada se compara al servir a Dios por entero.
Ningún plan ideado por hombre será tan maravillosamente perfecto como el que el mismo Dios diseñe.
NADA de lo que puedas lograr en este mundo tendrá un verdadero valor si no lo haces bajo la voluntad del Padre y con propósito eterno.
Basta ya de dejar que nuestro orgullo y egoismo permeen nuestros pensamientos, deseos y sueños. ¡Sirvamos a Dios por completo y enfoquémonos en Él más que en nosotras mismas!
¿Sabes cuánta gente se está perdiendo en el mundo sin conocer de Dios?
¿Te has dado cuenta de cuántas de las personas que te rodean están camino a una eternidad sin Cristo?
¡ENFÓCATE!
Tu misión en este mundo es ser sal y luz, dar a conocer las buenas nuevas de salvación, ser ejemplo (en palabra, conducta, amor, fe y pureza) así como lo fue nuestro Señor Jesucristo.
Siempre será más importante dar a conocer LA VERDAD que puede hacer libre al pecador.
Si el sueño que tienes en tu corazón glorifica a Dios entonces se fuerte, persiste hasta lograrlo, Dios está de tu lado. Si es algo que ha venido de Él, recibirás Su apoyo en cada etapa de ese sueño.
¡Vive el sueño de Dios para ti!
Mí sueño glorifica a Dios cuando:
-Él es el protagonista, no yo.
-Al final acerca a otros al conocimiento de Dios.
-No tengo que usar medios del mundo para lograrlo.
-Me permite crecer y madurar en la Verdad de Cristo.
-Se que es algo que Jesús haría.
La motivación de la Palabra es a vivir por Él y para Él.
“No para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios.” -Efesios 6:6
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” – Colosenses 3:23
Una vez más te digo ¡Vive él sueño de Dios para ti!
Fuente: El Atelier
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