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martes, agosto 22, 2017

Cultivando una relación con Dios

Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro. 1 Corintios 1:9

Es muy difícil mantener una relación de amistad, una relación de madre e hija, o una relación de pareja cuando no hay una comunicación efectiva y constante. Así mismo es de difícil mantener una relación de intimidad con Dios cuando no hablamos con Él con frecuencia o cuando no tomamos un tiempo a solas para escudriñar su palabra y dejar que sea Dios a través de Su palabra hable a nuestras vidas.
Estudiar y meditar en la palabra de Dios diariamente es una forma de comunicarse con Él. Tener un tiempo devocional es tener una cita diaria con Dios que permitirá que nuestra relación con Él sea cada vez más madura y esa madurez no viene ¨al instante¨, sino que se cultiva día tras día.

El tiempo devocional es un tiempo dedicado exclusivamente a la comunión íntima con Dios. Es un tiempo donde nosotras podemos estar a solas con el Señor y contarle todas las cosas guardadas en nuestros corazones. Es también un tiempo para estar calladas y escuchar lo que Dios quiere decirnos por medio de su palabra.

Tal vez la palabra clave para describir el tiempo devocional es ¨Comunión”. Esta palabra  significa: relación, lazo, unión, afinidad, correspondencia, trato, similitud. Lo que nos hace entender que la comunión diaria con Dios, significa que el trato, la relación, la afinidad y la unión con Él, debe ser cada día de la semana, de tal forma que nos compromete y nos responsabilice con Él.  Es importante para nosotras mantener esta comunión con Dios diariamente de esta forma le conoceremos mejor y podremos realizar nuestro propósito en Él.

Vivir en comunión con Dios nos traerá los siguientes beneficios:

  • Nos capacitará para escuchar y discernir la voz de Dios.
  • Nos aumentará la fe.
  • Nos guiará a toda verdad y a toda justicia.
  • Nos dará la oportunidad de ser obedientes a la voluntad de Dios.
  • Atraerá muchas bendiciones a nuestras vidas.
  • Aquí les dejo algunos pasos que puedes seguir para tu tiempo devocional con Dios:


1- Prepara tu corazón.

Auto examínate, confiesa tu pecado, pide a Dios entendimiento de Su palabra y que prepare tu corazón para aceptar su perfecta voluntad en tu vida.
Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno (Salmos 139:23-24).

2- Estudia las Sagradas Escrituras anotando.

Algunas preguntas que puedes hacerte mientras estudias la palabra pueden ser:
¿Hay un mandato que debes obedecer?
¿Hay algún ejemplo a seguir?
¿Hay algún pecado que debes evitar?
¿Hay algunas promesas que debas hacer tuyas?
Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Juan 5:39).

3- Medita y Memoriza.

Del pasaje leído, escoge un versículo en el cual puedes meditar y memorizarlo. Apuntalo en una libreta o en una tarjeta que puedas llevar contigo durante todo el día y medita en él.

Dios nos habla por medio de las sagradas escrituras, y nosotras le hablamos a Él por medio de la oración.

El acróstico CASA nos puede dar una idea de los puntos clave que debemos presentar en nuestra oración durante nuestro tiempo devocional:

Confesión: Reconoce tus faltas, pide perdón por los pecados cometidos y aun por aquellos que son ocultos. Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará (Salmos 66:18).

Adoración: Alaba a Dios por su grandeza, por Su poder, por Su majestad, por Su soberanía, por todas las proezas que ha hecho, hace y hará. Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas (Apocalipsis 4:11).

Súplica: Ora por ti y por otros. Haz tus peticiones según la voluntad de Dios (lo que está de acuerdo a su palabra). Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye (1 Juan 5:14).

Agradecimiento: ¿Qué ha pasado en tu vida? Agradece por todas las cosas que ha pasado en tu vida y en tu alrededor, realmente es importante dar gracias a Dios por todo. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:18).

Cuando nosotras estemos en comunión diaria con Dios y estemos compartiendo esta comunión con otros, tendremos gozo.

Oremos a Dios agradeciendo su infinito amor para con cada una de nosotras. Pidámosle que nos ayude a cultivar nuestra relación con Él a través de un buen tiempo a solas para estudiar su palabra, que pueda abrir nuestros corazones a su palabra y a su verdad. Pidámosle que nos ayude a darle prioridad a este tiempo que apartamos para hablar con Él.


Fuente: El Atelier


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