Angélica Guerrero Arias, una joven de 21 años originaria de Colombia, siente un profundo impulso de compartir la palabra de Dios. A pesar de su juventud, se sube a los autobuses y comparte el mensaje con los pasajeros, sin importar su origen o creencias.
Con una determinación y fe inquebrantables, Angélica ve los autobuses como un escenario en movimiento para difundir el mensaje de Dios.
Con una voz firme y segura, Angélica habla a los pasajeros, invitándolos a reflexionar sobre sus vidas y a encontrar el camino hacia Dios.
Su mensaje, cargado de pasión y certeza, impacta profundamente a quienes lo escuchan. Algunos prestan atención, otros se sorprenden, y hay quienes se conmueven.
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