Una iglesia en Suffolk, Inglaterra, se ha convertido en el punto de encuentro de curiosos y amantes de la historia con la exhibición de la Biblia personal de Elvis Presley, quien se destacó en el Rock and Roll.
Prestada temporalmente por el Museo del Libro de Londres, esta Biblia fue un regalo de Navidad de 1957 de su tío y su tía, y contiene conmovedoras anotaciones escritas a mano por el propio Presley, como: “En el Señor he puesto mi confianza y Él me guiará”, “Señor, envíame luz para guiarme” y “Sin ti no soy nada”. Estas palabras reflejan la profunda fe y crianza cristiana del artista en su natal Mississippi.
La exposición, organizada por el pastor Gary Stevens de la Iglesia Evangélica Needham Market, también presenta una joya histórica: una Biblia de más de 100 años traducida por William Tyndale, erudito del siglo XVI que desafió las leyes del rey Enrique VIII para llevar la Palabra de Dios al inglés.
Esta antigua Biblia, que aún conserva su cadena original para evitar robos, es testimonio de un tiempo en que traducir las Escrituras podía costar la vida.
Dos Biblias, dos historias: una que nos acerca al lado más espiritual de un ícono de la música, y otra que recuerda la valentía de quienes defendieron la difusión de la fe.
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