Un tenso conflicto entre dos congregaciones evangélicas ha escalado en el distrito de El Agustino, Perú, resultando en un enfrentamiento por la posesión de una iglesia que ha requerido la intervención de la Policía Nacional del Perú (PNP).
La disputa involucra al Movimiento Misionero Mundial (MMM) y otra iglesia local, y se originó a partir de acusaciones de presunto desbalance financiero y diferencias administrativas.
La situación alcanzó su punto crítico cuando un grupo de personas, supuestamente vinculadas a una de las congregaciones, ingresó al recinto religioso y aseguró los accesos con rejas y cadenas, atrincherándose en su interior.
Según los testimonios de los encargados del local, una familia que reside en el inmueble, incluyendo menores de edad, quedó confinada en el último piso y no ha podido ser evacuada. "Entran puros delincuentes, 40 delincuentes ya han tomado el local", declaró uno de los representantes a la prensa, acusando a un pastor de la congregación rival de liderar el asalto.
El Origen de la Disputa: Diferencias Financieras y Ruptura
El pastor a cargo de la sede, quien fue contador general del MMM por más de 20 años, explicó que el conflicto tiene raíces profundas.
Reveló que detectó supuestas irregularidades en la administración financiera de la organización y, al intentar dar aviso a los líderes centrales, se generó una división que culminó en la creación de dos congregaciones separadas. "Al notar problemas en la administración, informé a los líderes, pero lejos de solucionarlo, se produjo una división", manifestó.
Los líderes de la iglesia ocupada han señalado que esta no es la primera vez que se intenta tomar el control del templo, pero sí la primera en la que logran consumarlo de esta manera.
A pesar de los intentos de diálogo de algunos miembros de la comunidad y la presencia policial, hasta el momento no se ha logrado un acuerdo entre las partes y la situación permanece sin resolverse.
Los miembros de la comunidad han expresado su preocupación ante esta disputa en un espacio que debería ser de fe y comunión.
Mientras las puertas del templo permanecen con candado, los ocupantes no han emitido ninguna declaración, dejando a la comunidad a la espera de una resolución que pueda traer paz a esta inusual contienda.
No hay comentarios
Publicar un comentario