El excampeón de la UFC, Conor McGregor, sorprendió a sus seguidores tras revelar una experiencia que, según afirma, cambió su vida para siempre.
Durante un tratamiento con ibogaina en Tijuana, México, el peleador afirmó haber visto una visión de su propia muerte y haber tenido un encuentro espiritual directo con Jesucristo.
McGregor explicó que la terapia —un potente alucinógeno utilizado en algunos casos para tratar traumas y adicciones— lo llevó a presenciar qué tan pronto sería su muerte y cómo esto afectaría a sus hijos. También aseguró haberse visto desde arriba y dentro de su propio ataúd.
Sin embargo, lo más impactante para él fue lo que describe como un encuentro celestial: dijo haber visto a Jesús, María, los arcángeles y haber sido “coronado” por Cristo.
Afirmó que esta experiencia transformó su vida espiritual y que ahora se considera cristiano.
El peleador señaló que estuvo 36 horas bajo el efecto de la sustancia antes de recuperar la normalidad, calificando el proceso como “la experiencia más iluminadora y encantadora” de su vida. Según McGregor, la terapia lo salvó tanto a él como a su familia.

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